Higiene bucal del bebé

La salud bucodental de nuestros pequeños debe empezar a cuidarse desde el momento en que nacen. Cierto es que, en ese momento (especialmente los padres primerizos), nos encontramos abrumados con todas las novedades que se nos vienen encima: la alimentación, el baño, los gases, el cuidado del cordón, los cambios de pañal… Pero dedicar tan sólo unos segundos al cuidado de la boca, ayuda a sentar buenos hábitos y es muy importante para un adecuado mantenimiento de la salud oral en un futuro.
Como padres, debemos saber que nuestro estado de salud oral repercute en la de nuestros hijos, ya que el bebe nace sin microorganismos en la boca y que se contagia de su círculo más directo. Los gérmenes de la cavidad oral de los adultos próximos al niño pueden transmitirse a su boca a través de la saliva (besos, intercambio de cucharas, prueba de alimentos y, sobre todo, a través de un gesto muy común, la limpieza del chupete o tetina con la saliva del adulto). Por todo ello, debemos evitar compartir con el bebe cosas que han pasado por nuestra boca, y debemos mantener un correcto estado de salud oral e higiene bucodental.
Por otro lado, una buena higiene oral, incluso antes de comenzar con la dentición, es fundamental para prevenir la presencia de bacterias que están asociadas a la caries dental y otras afecciones infecciosas. Además, durante los primeros meses de vida, el bebé se encuentra en una fase oral pasiva, en la cual disfruta del masaje y manipulación de su boca, lo cual hace que esta etapa sea óptima para introducir hábitos de higiene oral.
Desde el principio, aunque el niño no tenga dientes, es conveniente realizar la limpieza de las encías, la lengua y la cara interna de las mejillas y de los labios, después de cada toma, para eliminar los residuos que puedan quedar.
Para ello, se puede utilizar una gasa humedecida en agua o un pañito limpio, igualmente humedecido en agua, o un dedal de silicona u otros elementos de limpieza concebidos para tal fin. Afortunadamente, hoy en día, existe un interés creciente por la salud bucodental y es muy fácil encontrar en el mercado divertidos aditamentos que nos facilitan la higiene en el bebé. Algunos de ellos, además de favorecer la limpieza de dientes y de la mucosa oral, contienen elementos y relieves que permiten realizar masajes para aliviar las molestias asociadas a la salida de los primeros dientes.
La limpieza debe llevarse a cabo, idealmente, tras cada toma o, como mínimo, una vez al día, preferiblemente después de la última toma, previa a la etapa de sueño más prolongada. Resulta de vital importancia la realización de esta correcta higiene también tras la tomas de leche materna, ya que se ha documentado la aparición de casos de “caries de la infancia temprana” en niños alimentados de manera exclusiva con leche materna.
Una vez comienzan aparecer los primeros dientes, la limpieza puede seguir realizándose con estos elementos o con cepillos de pequeño tamaño fabricados con filamentos muy suaves, adecuados a las características de la boca del niño. A partir de aquí, la limpieza de los dientes y lengua se convierte en obligatoria dos veces al día, por lo menos, con especial interés en la de la noche.

Limpieza con Dedal de silicona

Limpieza con Gasa

cleaning bunny

Tecnica de cepillado con cepillo suave de toalla
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